La forma de llamar y nombrar a las cosas también es importante y también marca y determina la forma de ser, vivir y hacer, al igual que de ver, por eso, me ha parecido importante y necesario empezar por aquí, por nombrar y definir, ya que serán palabras y términos que utilizaré habitualmente.
Empezaré por definir la palabra Discapacidad (OMS): Discapacidad es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación. Las deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función corporal; las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas, y las restricciones de la participación son problemas para participar en situaciones vitales. Por consiguiente, la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una interacción entre las características del organismo humano y las características de la sociedad en la que vive.
Según esto, una discapacidad puede limitar más o menos dependiendo de la sociedad en la que vivas y el círculo en el que te desenvuelvas (y doy fe de que así es).
Atendiendo a los diferentes modelos de discapacidad, y a la evolución del término, si me lo permitís me quedo con el modelo y termino de “Diversidad funcional”, el cual si os dais cuenta, elimina toda terminología negativa o que resta, (minusvalía –menos valido / discapacidad -» dis » falta de «) , por formas diferentes de funcionar, y es que una vez más me reafirmo diciendo, que ¡es tan importante el poder de la palabra!
Y ahora una definición algo más “de andar por casa”. La primera vez que escuché y tomé conciencia de la palabra muñón, me chirriaron los oídos, sé que es un término que se utiliza para el final de un miembro amputado, pero me parece fea, rima con gruñón o champiñón.
En casa, desde muy pequeña lo hemos llamado “batito”, (termino infantilizado de bracito), era la forma en que los más pequeños de la casa nos dirigíamos a el, y después con naturalidad lo empezaron a usar los grandes, y como me parece mucho más simpático, entrañable y cariñoso, así lo sigo y lo seguiré llamando. Además, el “batito”, termina con una pequeña zona abultada, que siempre hemos dicho que es un dedito, y hemos hecho apuestas de cual es, esto le daba un toque más divertido.
Así que seguiré y sigamos, nombrando a las cosas por su nombre sí, pero también de manera que sumen, que inspiren, y sobre todo, con amor y cariño.
Namasté
Ana
Olé, contigo totalmente…
Empezaré por decir que tu forma de ver la vida es destacable y eso es alegre y triste, bueno más que triste, ejemplarizante . Alegre, porque es un gozo para los sentidos, ver como saboreas cada uno de los posos de felicidad que la vida te deja, no obviando, para nada, que aunque intensa y desequilibrada hacia la felicidad, dicha vida también tienes las veces sus peajes anímicos. Y qué? , si estamos vivos hemos de sentir y transmitir.
Por otra parte, es ejemplar y triste. Me explicaré. No tendría que ser ejemplar , tu forma de ver la vida, no tendría que destacar sobre otras, y ahí radica la tristeza.
Eres vida Ana, y cuando digo eso, quiero discernir claramente entre dejar pasar el tiempo y vivir. Con intensidad, con sabor. Me encanta tu filosofía, nada forzada y que brota a cada gesto cómplice con tus hijos y demás. Un placer leerte y sentirte.
¡Qué foto más bonita! Acabo de descubrir tu blog, aunque ya habíamos hablado por Facebook a través del mío 😊. Te mando un besazo.