Guille y Gero, padre e hijo, a los que une además de sus lazos familiares un gran proyecto común; ayudar a los demás, ¿y cómo?, os cuento su maravillosa historia.
Gero, atraído por la idea de crear el famoso juguete de moda spinner, pidió a su padre que le comprase una impresora 3D, a su padre le costó acceder, pues pensó que era un capricho demasiado caro, aunque finalmente lo hizo, con el compromiso por parte de Gero de ir devolviendo el dinero.
Un día, Guillermo vio un documental en la televisión en la que se hablaba de la posibilidad de crear prótesis con la ayuda de estas máquinas y no tardó en proponer esta labor a Gero, el cual, aunque lo vio tarea difícil, se puso manos a la obra.
Horas de trabajo, de ensayo error, de pruebas dieron sus frutos. Empezaron a crear prótesis para niños (que luego se amplió a cualquier persona que lo necesitase), los cuales no pueden acceder de otra forma.
Pronto se dieron cuenta de que necesitaban una impresora más grande y sofisticada, y no dudaron en invertir en ella.
A día de hoy, son ya 7 las impresoras trabajando en su pequeño taller, han entregado ya la friolera de más de 77 prótesis a diferentes personas en su país, Argentina.
Las hacen con los colores de su equipo de fútbol, de su superhéroe favorito, hasta cuenta la anécdota de haber hecho una negra para un sacerdote, que aunque le gustaba de los colores de su equipo de fútbol, no le parecía muy apropiado dar así la comunión .
“Te doy una mano” es un proyecto solidario, sin ningún ánimo de lucro, sin más motivación que hacer felices a las personas que reciben la prótesis y de darles la oportunidad que quizá de otra forma no tendrían.
Cuentan que no pretender sustituir a la medicina, solo ayudar a las personas, y que lo único que piden a cambio es que la persona que lo recibe, realice a su vez un acto solidario para ayudar a otras personas.
¿No os parece la cadena de favores más bonita del mundo?, a mi si.
Enhorabuena Guillermo y Gero, el mundo necesita más gente como vosotros.
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