Ha empezado el curso escolar, y hay que volver a la rutina.
La rutina, es muy necesaria, nos ayuda a organizarnos, nos da tranquilidad, y en el caso de los niños además, la anticipación de tareas, el saber que va a pasar, y el orden de horarios, el tener el tiempo estructurado, les da seguridad, y les ayuda en el aprendizaje de la organización espacial y temporal.
Pero también es necesario romperlas de vez en cuando para descansar el cuerpo y despejar la mente.
Y empieza septiembre, y hay que retomarlas, e incluso adquirir nuevas que van surgiendo (extraescolares, deberes,…).
Y por todo esto en estos días hemos estado haciendo cosillas y aplicando algunos truquillos para que la vuelta sea amena y divertida.
Estamos en plena semana de adaptación, todavía estamos en pleno proceso, pero he pensado que compartirlo desde ya con vosotros quizá os ayude, os de ideas, y me podéis hablar también se vuestros truquillos para la vuelta al cole y las rutinas; ¡compartir es vivir!.
Una de las primeras cosas que hemos empezado a hacer es volver al orden de los horarios, en verano siempre nos hemos acostado y levantado por lo general más tarde, así que hemos empezado a levantarnos y acostarnos cada día a la misma hora, y para que resulte fácil y divertido lo que hacemos es crear una rutina antes de acostarnos en este orden:
- Juego que baje el ritmo de actividad por la tarde (puzzles, colorear, juego de construcción)
- Baño
- Cena
- Cuento
- Dormir
Haciéndolo de esta forma, en unos días ellos tienen el ritmo pillado, e incluso lo piden, «mamá toca el cuento».
La vuelta al cole da mucho de si, hacer que sea divertida y motivadora es importante, será lo que determine sus ganas por aprender.
Hay que marcar y personalizar todo el material, y el truco es implicarlos en esta actividad: elegir mochila, etiquetar y poner el nombre a sus objetos, personalizar con pegatinas o dibujos,…
Y por último os cuento que en casa trato de aplicar la filosofía Montessori (de esto hablaré de manera más amplia y extensa en otro post), fomentando al máximo su autonomía, que es algo que ayuda mucho en el día a día; tener un cajón de la cocina (donde alcanzan), con sus botellas y cajas del almuerzo y un calendario de pared donde pone cada día que hay que llevar de almuerzo y que hemos hecho con pizarra adhesiva (con letras para Addar que está empezando a leer y con pictogramas para Candela que aún no lo hace) hace que cada día se impliquen en la preparación de este.
Ropa, zapatos y calcetines ordenados en cajitas y a su alcance para que puedan elegir y vestirse solitos.
Baño con un espejo, toallas y cepillos de dientes también a su alcance.
El desarrollo de la autonomía, el «yo solito», ayuda mucho, quizá esto implique dedicar un poco más de tiempo a cada actividad, pero realmente merece la pena.
Más adelante empezaremos con el ritmo de extraescolares y/o actividades deportivas, pero de momento y para empezar es más que suficiente ¿no creeis?, yo soy partidaria de que este tipo de actividades tienen que surgir de su interés y demanda, y que tan pequeñitos el juego libre y no estructurado en horas no lectivas es el mayor maestro y el parque, el campo, y los espacios libres y naturales la mejor escuela.
Feliz regreso a la rutina a todos .
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